Para María, el hogar es algo más que un techo: es el apoyo que le ha faltado toda la vida. Después de perder su casa, se encontró viviendo en su coche a lo largo de la avenida San Pablo, sintiéndose perdida y sola. Pero entonces vio un cartel: "Centro Santa María".
"Voy a llamarles a ver si pueden ayudarme", pensó María, y obtuvo algo que nunca esperó: las llaves de una habitación en una vivienda de transición ese mismo día.
Con un hogar seguro y estable en Hayward Depot Community, María pudo reconstruir su salud y recuperar la confianza en sí misma. Pronto se dio cuenta de que no estaba sola: pasó a formar parte de una comunidad acogedora con personas que se preocupaban por su bienestar.