El viaje a casa comienza con la comunidad

Angelina comparte su historia de resiliencia y compromiso para ayudar a otros a pasar de la falta de hogar a una vivienda estable.

Cuando Angelina, madre soltera, se quedó sin casa, envió a sus hijos a vivir con su padre. envió a sus hijos a vivir con su padre y, sin ningún otro sitio adonde ir, se vio obligada a vivir en la calle. Su experiencia como sin techo durante el año y medio siguiente le ha permitido dedicarse a ayudar a otras personas que atraviesan dificultades similares.

Como Gestora de Cuidados de SOS Richmond, Angelina atiende a clientes que viven en albergues de transición, proporcionándoles el apoyo y los recursos que necesitan para seguir adelante. Establece contactos y se gana la confianza de las personas sin vivienda, fortaleciendo las relaciones entre estos miembros de nuestra comunidad y las soluciones que pueden cambiar sus vidas. 

Habiendo vivido en la calle junto a algunos de sus clientes, Angelina puede fomentar la comodidad y la seguridad como proveedora directa de servicios. Eso se debe a que recuerda lo que era carecer de las necesidades básicas y comprende el impacto que una simple ducha puede tener en el día de una persona. en el día de una persona. Para ella es gratificante apoyar a las personas en su camino hacia la estabilidad, incluso mientras afronta los continuos retos de su propio futuro seguro.

¿Qué es el acompañamiento entre iguales?

El acompañamiento entre iguales es una solución para la salud conductual y la falta de vivienda que utiliza trabajadores formados por iguales para proporcionar servicios y apoyo adicionales. Es eficaz para mejorar los resultados generales de la vivienda y el tratamiento cuando se combina con una organización orientada a la recuperación e informada sobre el trauma.

"No juzgo a nadie... porque todos hemos pasado por luchas similares, sólo que con historias diferentes".

La resiliencia de Angelina está animando a otros a creer en un futuro en el que todos puedan vivir con dignidad y pertenencia. Ella nos recuerda que cuando nos unimos y nos vemos como parte de una historia humana, podemos crear un futuro mejor para todos. 

Esta historia se ha contado en colaboración con SOS Richmond, una organización que cuenta entre su personal con personas sin vivienda, tanto actuales como anteriores, y con sus aliados, que trabajan juntos para mejorar nuestros barrios a través de relaciones vitales con la comunidad. Su conexión ganada con las comunidades sin vivienda ayuda a las agencias públicas y mejora la seguridad y la estabilidad para todos.