Le pusieron en contacto con un asistente social y le ofrecieron una vivienda de apoyo permanente. Esta residencia asequible aloja a 95 personas mayores sin hogar y ofrece servicios integrales in situ, incluida atención sanitaria.
Pronto su salud y su felicidad mejoraron exponencialmente, y encontró un sentimiento de seguridad y pertenencia a una comunidad que le preguntaba: "¿Qué podemos hacer por ti?".
Ahora James está deseando envejecer con estabilidad y pasar sus años dorados viviendo la vida al máximo. Es uno de los muchos cuyas vidas se han transformado gracias a las viviendas de apoyo permanente.
Cuando invertimos en soluciones de eficacia probada como ésta, podemos ampliarlas para satisfacer las necesidades del Área de la Bahía de hoy.
El impacto de las viviendas de apoyo permanente
La inmensa mayoría de las personas que viven en una vivienda de apoyo permanente (el 86%) permanecen en ella a largo plazo. Esto se debe a que las viviendas de apoyo permanente ayudan a las personas a estabilizarse y mejorar su salud.